Otra Mente Brillante Arruinada por la Educación
8 sept 2011
Nada por Aquí...
La Ro tiene un nuevo truco de magia.
Un truco de magia tan pero tan bueno que ni ella sabe como lo hace.
El lunes llegó del colegio, se puso el uniforme de gimnasia, nos sentamos a comer a la mesa.
"No te manches la remera."
"No, mamá."
Terminamos de comer, milanesas de pescado con arroz - junto a un pequeño lago de salsa golf - y soné el clarín que era hora de irnos. Una vez mas a la brecha, mis amigos...
Zeke no le dio ni pelota al clarín, al cabo que no suena por él, y siguió muy tranquilo con lo suyo - no suele terminar hasta por lo menos veinte minutos después que los demás hayamos limpiado el asunto así que ahí no iba a apurarse nadie.
Juntamos todo, pasó por el baño, dejamos al padre con el niño, "Vamos que estamos justo", bajamos la escalera y al llegar a la reja del jardín, descubro con horror una enorme mancha de salsa golf en la remera blanca.
Desde los botones hasta donde el estómago se empieza a curvar.
"Pero... pero... Rorro, estaba limpia, ¿cuándo te manchaste?"
Ella miró su remera y se encogió de hombros,
"No sé."
Suspiré, ya era tarde para ir a cambiarla, el abuelo estaba esperando en la camioneta.
"Bueno, nada,” saqué el buzo de la mochila “vas con el buzo puesto y no te lo saques,"
La Ro intentó protestar que no quería ponérselo, cosa que ignoré, y allá marchó, la mancha escondida bajo el buzo, en la tarde que al cabo que no estaba tampoco tan tibia.
El martes a la hora del almuerzo le puse un delantal de cocina - ya tenemos seis, los baberos son denigrantes - y comimos los mostacholes con salsa sin un solo traspiés,
"Mirá," orgullosa. La ayudé a sacarse el delantal. "No me manché nada."
"Muy bien," y al igual que el día anterior, juntamos todo, se lavó los dientes, dejamos a Zeke comiendo con el padre y marchamos a buscar su transporte.
Y al igual que el día anterior, al llegar abajo y mirarla para acomodarle el cuello de la remera, descubro con sorpresa, que el frente de su remera blanca tiene un largo churrete de salsa, justo en la curvatura de la barriga.
"¡Rorro!"
"¿Qué?"
"¿Cómo hiciste? ¡Estabas limpia!"
Se mira la remera, y me mira a mi con los ojos grandes y un tanto llorosos.
"¡Pero no me manché!"
Y ahí está el misterio, señoras y señores, porque puedo asegurar que de la mesa se levantó limpia.
Protesté escaleras arriba, buscando quorum, y desde arriba llegó la voz del hombre de mi casa, igual de sorprendida.
"De la mesa se levantó limpia."
"¡Argh, Rosarito!" le pasé el buzo por la cabeza, "Nada, irás con el buzo de vuelta." la subí a la camioneta, “Y no te lo saques.”
Hoy al mediodía comimos cerdo con puré. Solomillo para mas detalle. A un costado del cerdo en el plato de mi niña, un charquito de salsa golf. Arriba de la niña, un delantal. A los costados de la niña, los padres vigilando que no se manche.
Llegó la hora de partir, sacamos el delantal con cuidado - no fuera cosa que fuera el delantal el perpetrador, con alguna mancha escondida del lado de adentro... cosas mas raras han pasado... - no encontramos mancha alguna y aliviados nos dispusimos a partir.
"Hoy vas a poder ir sin el buzo," acoté bajando las escaleras. Al cabo que la tarde estaba tibia, no había manchas, y la Ro detesta abrigarse de manera innecesaria.
Ah, sí... Yo y mi gran bocota.
Ni bien llegamos a la puerta y se estira para agarrar su mochila, descubro a la mancha en la parte de abajo de su manga, justo encima del pulso.
"Me estás tomando el pelo."
"¡Yo no hice nada!"
No le dije nada. A estas alturas ya no sé que mas decir. Al cabo que yo la vi esforzarse en la mesa para no mancharse. No es su culpa que por alguna razón que no podemos entender las manchas parezcan aparecer después de que las fuentes de manchas se hayan alejado.
Moví su brazo y enfrenté la prueba. La mancha incluso estaba reseca, lo cual probaba que debía habérsela hecho hacía un buen rato... ¿En qué momento si nadie vio nada?
Man, que frustrante.
Le saqué el exceso, la rasqué hasta que salió la mayoría y sólo quedó la silueta en rosa.
"No me quiero poner el buzo," la Ro me miró suplicante.
Un segundo, dos segundos, tres segundos.
Al carajo.
Le di vuelta la manga y la mandé así nomás.
Mañana hay tarta. Sin salsas ni jugos.
Estoy re podrida de jugar a la mancha.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
17 comentarios:
Hoy empiezo mi día con quilombos de tal magnitud que leer este tema de las manchas es muy refrescante y extrañamente me causó mucha gracia.
La recomendación:
- Fijate en el borde de la mesa antes que se levante. El tenedor va y viene, por ahí no se cae nada en la ropa pero sí en el camino y al levantarse de la mesa se apoya y se mancha.
- Los codos y antebrazos: Fueron mi problema muchos años, arrastran salsas, tinta, doblan las puntas de las hojas de los cuadernos, los chicos los pasan por el plato y no se dan cuenta. Al momento de sacarse el delantal, paf, rozan la ropa y se enchastran.
Menos mal que no leí su relato de noche porque no hubiera podido pegar un ojo. Un auténtico misterio.
Menos mal que están ustedes al lado de la niña porque si no, le crearían un trauma. Claro que ahora el trauma de la mancha lo tienen los padres, pero ya estamos grandes y tenemos capacidad para traumarnos más.
Un beso y no nos dejé con el misterio a medias.
cuando mi abuelo se levantaba de la mesa, parecía una de esas decoraciones que uno hace con azúcar impalpable, donde ponés un papelito con forma de flor/auto/caballo/nube/lo-que-quieras, hechás el azúcar y sacás el papelito, y voilà: dibujito de flor/auto/caballo/nube/lo-que-quieras en la torta. El tipo dejaba su silueta (vista de arriba) en la mesa, como si lo hubieran matado y la policía la pintó con tiza. Pero ese mismo rastro le quedaba en la ropa. Mi abuela chocha, te imaginás...
y si le pone la remera en la puerta, antes de salir?
si el resto no se mancha, deje la remera colgada en el perchero, junto al sombrero de su marido, y cuando está por salir... plim.
por supuesto hay más opciones pero esta es la más sencilla.
se te va a complicar el recurso en noviembre... cuando la temperatura apriete...
ya deberías tener remeras de batalla guardadas junto con los delantales
y andá buscándole representante para la maga!!
Y si la vestís después de comer... no se ahorrarían muchos disgustos? Digo, hasta resolver el misterio. Pobrecita Ro!
Probaste de darle alimento balanceado?
Yo probarìa.
Un abrazo.
Jajajajajajaja
Me mató el GAUCHO con la idea del alimento balanceado!!!
jjajajajajajaj
P.D.:Cuando uno es peque las manchas viene a uno y NO uno a las manchas... :/ ¡¡CUACK!!!!
BESOS Y TRENET :)
Lamento decirle que con la tarta sin salsas ni jugos solo logrará profundizar el misterio. Sepa disculpar, pero no le quiero mentir, ni que albergue falsas esperanzas.
Un saludo.
Si no quiere saber la respuesta pero desea que el problema se solucione puede apelar a algo muy bajo como las sondas. Si quiere saber la respuesta filme la comida desde varios ángulos y véala rebobinando y en cámara lenta.
Bah....no me haga caso.....vaya a comprar remeras.....
Un beso.
Jua! Buenísimo...
¿Qué quiere que le diga? Convivo con esto mismo pero en primero persona. Cuando mis hijas no se manchan, descubro con horror que ellas están limpias porque se limpiaron en mi ropa. Al despedirnos o abrazarlas, me dejaron a mi sus manchas.
Espere a que cumpla 10...con suerte!
un saludo
llevala a la tele tipo susana gimenez! te llenas de oro! LA NINIA QUE MANCHA!
Espero que en todo el tiempo que me tomó contestar, Agente, sus quilombos se hayan solucionado. Si no, bueno, me alegro que el tema de la mancha le haya causado gracia :)
Tomo nota de sus recomendaciones, por el momento estamos esquivando las salsas, pero ya van a voler... :S
Besos
Vio, Mabetta, vio?! Nada que envidiarle a Conan Doyle acá...
Ahora me dejó traumada uste´a mí, ya no sé si estarle cerca o no a la chica... :S
Besos
Que grande tu abuelo, Martín.
Da la sensación de que disfrutaba de la comida y a la mércoles con lo que dijeran los demás - tu abuela incluida :)
Besos
Es que hacía tiempo que no se manchaba, Don Zor, yo ya casi la tenía por limpia a la cría...
En fín.
Ahora almuerza con el buzo puesto, así por lo menos si se mancha no se nota :/
VOy a necesitar una tercer remera, Rastel, porque con dos, a este ritmo, no alcanzo!
Hasta que no aprenda un segundo truco, paso del representante. Estos tipos se llevan un toco de plata, mejor que tengamos dos talentos al menos...
BEsos
No llegamos, Cyber! Tiene que estar saliendo por la puerta una y media, y terminamos de comer una y veintiocho. No nos da. Ya probamos.
Complejo el tema... :)
Gaucho...
Todavía no paro de reirme... :)
Besos
Gabu, es algo así como un Stain Whisperer... :S
COsas locas que hay en este mundo
Besos
Las manchas no son tan marcadas, sr Bigud.
El misterio continúa, pero al menos no es rojo sangre en todas partes... Ya me estaba empezando a preocupar, a ver si no era salsa en realidad... :S
Su idea no es mala, Dany.
La de comprar remeras, la otra no me da el tiempo... Tal vez cuando ... No, deje, voy a comprar remeras.
BEsos
Ouchs, es terrible, mas de una vez los he pescado a los míos abrazándome con el único fin de secarse las manos en mi ropa!! Los hijos son un caso, es bueno saber que no soy la única con este problema.
A los diez dejan de comer?!
Besos
Don Vito... si no le molesta voy a pasar de su oferta, gracias...
Z!! Y después subo el videito al blog, para todos los que no vieron a mi petisa en la televisión!! Luego Tinelli, y de ahí, el mundo, nada me detendra!!
o.0
Besos
Publicar un comentario