Otra Mente Brillante Arruinada por la Educación

9 abr 2010

La Delgada Línea.



Ayer llegué del trabajo, busqué a mis niños y nos fuimos para casa. Abrí la puerta y tanto perra como susodichos niños corrieron escaleras arriba.
Bueno, no. Ese es el punto. No corrieron escaleras arriba un joraca. Mis niños han tomado la maldita costumbre de adorar jugar en las escaleras, cosa que a mi me emputece.

¡Es una escalera! ¡No está diseñada para que los chicos jueguen en ella!

Está bien, yo sé que las películas nos han mal enseñado que si bien están diseñadas con el simple propósito de subir y bajar hacia o desde un piso mas alto, también pueden usarse para tener duelos con espadas, o bailar tap, o tener sexo, o despedirse de un salón de baile lleno de gente cantando sobre relojes, pero mas allá de toda las fantasías del celuloide, yo simplemente detesto que jueguen a treparlas, o bajarlas sentados de culo, o lo que sea. Mas aún cuando Magenta sube y baja con ellos, escurriéndose, empujando, tropezando y haciendo franca ostentación del hecho de que es un animal hiperactivo que toma Speed en sus ratos libres.

Empecé entonces de manera razonable, como quien no quiere la cosa, "vamos, suban, mis amores, que tengo que cocinar..." y como todos sabemos que el tono amable nunca termina de cuajar en el cerebro infantil - psicología infantil mis narices - en seguida me vertí al tono sargento de caballería, frente al que ya evidenciaron una cierta reacción, para terminar con el famoso y nunca bien ponderado "voy a contar hasta tres y empiezo a agarrar orejas. ¡UNO!" que surtió efecto inmediato.
Rosarito llegó enseguida arriba, para ella las escaleras ya no representan ningún tipo de desafío, y yo marché detrás de Zeke, que todavía no está del todo firme cuando Magenta y la gravedad me lo apuran.

Mientras subía detrás del chico no pude menos que comentar, porque supongo que está en la sangre de todos los latinos eso de no poder quedarnos con la sangre en el ojo,
"Que cosa bárbara que son ustedes, che. No se les puede pedir nada por las buenas, una siempre tiene que andarles atrás," etc, etc, o algo por el estilo, al cabo que no suelo memorizar mis diatrivas improvisadas.
Y desde arriba me llegó la voz de la Rorro, con tono perfectamente razonable, distraído y con gustito a "jodete",

"Y bueno, que vas a hacer, somos los chicos que te tocaron."

Mi vida transcurre sobre la delgada línea entre surtirle un schiaffo en la parte de atrás de la cabeza y carcajearme.

14 comentarios:

Yoni Bigud dijo...

No se puede carcajear, vea. El tono sargento no se puede abandonar hasta la tierna edad de 18 años. En algunos casos más.

Un saludo.

Lala dijo...

Jajajaja, tu niña es una bomba!!!
Dios mio, qué inteligencia prematura, y qué ironía, jajaja!


Un beso


Lala

Chiru dijo...

no me quedó muy claro el título del post

la delgada línea del peligro al jugar en una escalera?

la delgada línea entre el schiaffo y la caricia?

o la delgada línea que nos rompen los peques?

Alex dijo...

como Chiru estuvo de lo más inspirada me sumo a su opinión! ;-)

zorgin dijo...

...felizmente mi sangre es celta...,
by the way, era la delgada línea roja, no?
decía un conocido mio, director de colegio él, que si Ud no está preparado para repetir 100000 veces lo mismo a un niño, sin importarle (¿?)volverlo a hacer otra vez, Ud no está preparado para ser padre (madre en su caso)...
indudablemente, NADIE esta preparado para mesejante frustración.
le ha aclarado a su niña, que la suerte (buena o mala) que les tocó es mutua?

Damaduende dijo...

Sr Bigud, es terriblemente difícil a veces... Pero mantendré la línea.
Saludos para ud. también.

Lala, sí sí. Y una como la madre anda como galleta en el agua.
Besos besos.

Damaduende dijo...

Chiru, es la delgada linea entre adorarlos y vendérselos a la mafia :)

Alex, idem.

Don Zor, los celtas no andan murmurando por lo bajo cuando las cosas salen mal?
No creo que haya nadie en el mundo preparado para una cosa así. Pero si uno tuviera que estar preparado para tener hijos creo que no los tendría nunca.

Marina dijo...

si yo fuera de la mafia, pagaría por ella pero más adelante!!

Ochurus dijo...

Caramba...esa niña es todo un personaje.No sé si felicitarla a la madre o desearle suerte...qué te queda para la adolescencia?!





al fin y al cabo ella tenía razón...son los que te tocaron.Ya estás habilitada para decirle también a ella cuando se queje mucho."y bué...soy la mamma que te tocó!"

un saludo!

Damaduende dijo...

Marina, el día que esa chica se una a la mafia y/o cualquier asociaciòn de algo organizado, estoy segura de que en un par de dìas o la desorganizò o la organizò alrededor de ella.

Ouchs, temo por mi salud mental el dìa que tenga 13... o 12... porque vistessss que ahora empiezan tempranito los guachos.
:) saludos

Jennifer Amapola Banfrula dijo...

quiero esos hijos!!

Damaduende dijo...

Jennifer, quedamos ashí, cuando tenga trece y ya no sepa donde meterla, la mando para tu casa :P
Al enano por el momento no lo rifo.

Dosto dijo...

Jajajaj Guada, me sumo a tu actitud, eso de pedirles primero dulcemente, luego en voz de mando para luego recurrir a las amenazas, es tal cual. Sin ir más lejos, hoy le dejé a mi hijo la libertad de elegir y así se lo planteé:
vos sos libre de elegir y de razonar qué está bien y qué está mal, yo te doy dos opciones, o te portás mal (íbamos camino al colegio, portarse mal significa en un 90 % de las veces molestar a su hermana) y yo te pego en la oreja y te la dejo caliente, o te portás bien y estamos todos contentos...
Vieras lo bien que razona mi hijo!!

Damaduende dijo...

Muy bien ahí, Dosto. Si un chico no razona ante la promesa de una oreja caliente entonces está todo perdido...
Que chico mas razonable que estás criando :)