Otra Mente Brillante Arruinada por la Educación

28 jun 2012

Culpa Suya

Había escrito un post de lo mas divertido sobre como el otro día un flaco trató de levantarme después de casi resbalarse en un charco congelado.
Posta.
Era una historia de lo mas entretenida, con cuadras de conversación incómoda, pasos cada vez mas largos, un auto, etc.
Pero se me borró de la computadora.

¿Por qué se me borró?
¿Qué fue lo que pasó?
Pelu fue lo que pasó.
Una vez mas.

Pelu - el chico de sistemas, para el que recién llega - vino el jueves pasado a decirme que iba a tener que llevarse mi pc de la biblioteca para formatearla, que cuándo se la podía llevar.
Podrán ustedes imaginar mi felicidad ante la idea de que Pelu se lleve mi máquina por unos días. Las dos veces que se sentó enfrente y la empezó a manosear me puse de malas. Tenemos cinco años de historia ella y yo. Hay pelotudeces y programitas y programas y cosas importantes en esta máquina, amén del relato sobre el hombre y el charco del que hablábamos al principio... en serio era una anécdota muy entretenida.

"Tengo un montón de cosas que salvar." le dije preocupada. Por lo menos 20 gigas de información.
"Bueno, fijate como lo salvas y vengo a buscarla el lunes, ¿te alcanza con eso?"
"Bueno, dale. Veo como hago." y se fue y nos dejó solas.

Me pase toda la tarde del jueves y una buena parte del viernes, llevando con mi pequeñito pendrive todos los archivos desde mi máquina hasta una de las máquinas de la sala de computación.
Como quién vacía una pelopincho con una taza.
Eventualmente terminé, a las apuradas, porque suponía yo que Pelu iba a llegar a tiempo - es miércoles y de Pelu ni el rumor... no sé por qué supuse su puntualidad, soy un tanto ingenua, al cabo que al cable de cuatro patitas seguimos esperándolo - y en un último gesto, vacié la papelera de reciclaje, donde había puesto todos los archivitos viejos y perdidos que no necesitaba salvar pero que tampoco me interesaba que Pelu encontrara.

Habrán pasado unos minutos hasta que me di cuenta de que entre tanto apuro y tanto tecleo, se me habían traspapelado algunas cosas y entre ellas estaba el cuento del hombre y el charco.

Damn you, Pelu! Damn you to hellllll!!!

Eso fue el lunes a la mañana.
El lunes a la tarde, Pato en la secretaría me dice, "¿y por qué hiciste vos eso, por qué no le dijiste a él que lo hiciera?"
La bola rodó por la mesa y entró en la buchaca.
Y acá es cuando le agregamos insulto al daño, porque Pato tiene razón. El es el chico de sistemas y yo soy una boluda. El se aprovechó de que yo tengo una cierta idea de estas cosas y en vez de decirme, como le hubiera dicho a cualquier hijo de vecino o profesora del lugar, "decime que es lo que querés guardar y yo lo salvo del formateo", me dijo "ocupate" y yo, que soy medio pava y tiendo a pensar que si no lo hago yo nadie lo va a hacer, fuí y me ocupé.

Y borré cosas que no tenía que borrar.

Y Pelu me tiene hasta las narices.

Por suerte me vine a enterar que se va la semana que viene, así que técnicamente - y esto es tan sólo si la viene a buscar, porque ya son las 11 de la mañana del miércoles y no parece que hoy vaya a suceder tampoco - la mía es la última computadora de su repertorio.
Me preocupa un poco.
Temo que después de la operación, ya no me reconozca.

El cuento del hombre y el charquito helado terminó con una oferta de "te llevo a tu casa" y un "no, gracias", que así nomás, no tiene mucha gracia, pero si hubieran leído la historia completa, se hubieran reído muchísimo.



22 jun 2012

A quién Vas a Llamar...


Abriendo otro capítulo de "Cosas Extrañas que suceden en Esta Biblioteca Donde Yo Trabajo", voy a hablar del libro "Graduate Studies 1974-1975", de tapa dura, 24 centímetros de alto y 1354 páginas de ancho. El libro "Graduate Studies 1974-1975" está en el estante de mas abajo de la estantería justo justo enfrente de mi escritorio y no es un libro que uno consideraría literatura ligera, no. De hecho, no es un libro que uno consideraría literatura en absoluto...
Cuando yo me fui a casa el viernes a la noche, el libro estaba muy cómodo y calentito, perfectamente ubicado entre "Which University 1974" y "Directory of Further Education 1975-76". Libros útiles y actuales como cualquiera puede notar - no, Bebilacqua, no se los puede llevar para usar como pesas... No todavía.
Cuando volví el lunes, el libro estaba a medio camino de caerse de la estantería, como si alguien lo hubiera sacado y lo hubiera vuelto a meter a los apurones.
No, no hubo nadie en la biblioteca - en todo el edificio - en el fin de semana.
No, nadie lo estuvo hojeando antes de que yo me fuera - nadie en su sano juicio hojea un libro como ese.
Sí, hay una explicación lógica.
No, no sé cual es.
Pero quería compartirlo con el público en general porque estuve un buen rato mirando el libro suicida, tratando de entender que lo había motivado a asomarse al vacío.
No es lo que uno llamaría un libro ágil, que podría haberse resbalado solo - sí, bueno, estoy tratando, ayúdenme o callensé - así que no sé qué habrá pasado.
Lo volví a empujar para adentro y los días continuaron.

Manteniendo la línea, continuando por la misma senda, contando cuentos de terror los jueves a la noche, el martes pasado llegué al laburo a las 15 30, como hago todos los martes y me puse a conversar con Moni, la chica que limpia por las tardes.
Moni está sola en la casona desde las doce que nos vamos todos hasta las tres y media que llego yo.
Moni a eso de las dos estaba limpiando el pasillo grande del ala oeste, cuando escuchó el click de un interruptor, y cuando fue a mirar, se encontró con que la luz del pasillo del ala este - que lindo decir alas, suena como si fuera una mansión victoriana... de acá a escribir novelas góticas un paso - estaba prendida.
Cuando ella había pasado el trapo de piso, un ratito antes, la luz estaba apagada.
Moni dudó si quedarse y seguir limpiando o ir a sentarse a los escalones de afuera hasta que yo llegara.
Eventualmente apagó la luz - que no se volvió a prender, gracias por preguntar Bebilacqua - y se fue a seguir con el ala oeste... de donde no se movió hasta que yo llegué.

No, sí, ya sé, como dije antes, hay una explicación lógica, los interruptores no se clickan solos - aún cuando todavía estoy tratando de explicar quien prendió la luz del baño aquella mañana el año pasado en que yo llegué y me encontré con todo iluminado cuando la noche anterior yo me había ido y había dejado todo apagado - así que ... bueno, eso, así que.

En un pie de página que converge dos historias recurrentes en este blog, una de las chicas del laburo asegura conocer a Pelu de otro lado y dice que es un excelente chico de sistemas y un tipo honesto. Y que Pelu fue a comentarle un par de veces que está preocupado, porque todos le echan la culpa de los programas que se borran de las computadoras de la sala de computación, cuando él no borra nada.
Considerando que yo le he echado la culpa mas de una vez por programas desaparecidos en acción, no sé cómo tomar esto.
Ël dice que no es. Yo sé que no soy. Nadie mas puede borrar cosas en las máquinas porque sólo él y yo tenemos la clave de programador.
Seguro que Pelu está mintiendo, ¿no?

Este lugar a veces me preocupa un poco.
Pero sólo un poco.
Hasta que no vea algo moviéndose frente a mí, vamos a estar bien...
Por cierto, si hay algo leyendo por sobre mi hombro, esto no es un desafío.

19 jun 2012

El León bajo la Nieve

Nevó el sábado.
Lo estuvieron anunciando durante días.
¿Cómo iba yo a saber?
Nunca le embocan las personas del pronóstico.
Hace años que vienen anunciando nieve, dejándonos a todos con las ganas en la boca.
Este año, que yo organizo una salida al zoológico con mi niña y sus amigas... nieva.

Yo sé que no es nada personal, que el universo no me tiene entre ceja y ceja, que el universo no tiene ningún tipo de interés en mí. Pero a veces pareciera.

¿Qué dije yo? Vamos al zoologíco el sábado a festejar tu cumple. ¿Qué dijo el clima? Vamos a nevar como no nevamos desde hace siete años. ¿Cuándo? El sábado. ¿Qué tal el domingo? No, no, el domingo vamos a hacer sol. Tengo ganas de nevar el sábado.
Y nevó.
Contra toda mi tozudez - "pero estás segura que querés ir al zoológico, mirá que dicen que va a nevar..." "¡Hasta que yo no vea los copitos, el plan se mantiene!" - la mañana del sábado estuvo punteada de copitos blancos.
Viste el copito, ahí está el copito.
Ufa.

El Plan B entró en vigencia, las ruedas de la organización giraron y convertimos una salida al zoológico en una salida al cine a ver Madagascar 3.
Sí. Quiero mover el bote.
Me gusta.

Las seis niñitas llegaron a las 14 horas como habían sido invitadas, ninguna se atrasó. Salimos de casa, llegamos a los Village - donde no había nadie, cosa muy curiosa -, retiramos las entradas de la máquina express - porque las compramos por internet, já, que previsora que me siento cuando hago esas cosas -, compramos pochoclos y caramelos - again, no había nadie, así que no molestamos a nadie cuando corrieron en malón contra el mostrador -, y nos sentamos en un costado a esperar a que nos dejaran entrar.
Pese a que eran en total ocho niños, tengo que admitir que se portaron re bien. Mi stress -"¿Están todos? Undostrescuatrocincoseissieteocho... están todos... ¿Están todos? Undostrescuatrocinosesisietecho... están todos..." - era todo mío, ellos apenas si se alejaban un poco. Entre H, mi suegro y yo, como quien arrea gallinas, los tuvimos a todos encaminados.
Vimos la película con sólo una interrupción - "tenemos que ir al baño..." "¡¿Ahora?!" -, nos reímos a carcajadas - mucho mejor que Madagascar 2, totalmente -, y salimos, ahora sí lleno de gente, como debe ser, para volver a casa a la hora del té.

La fiesta en casa fue ruidosa pero sin pérdidas que lamentar. Música - era para filmarlas, dos enanas de siete años, discutiendo sobre qué videítos elegir en youtube -, pintura - las paredes sin pintar quedaron llenas de manitos y carteles de feliz cumpleaños -, jueguitos - "¿me toca a mí ya? ¡No me deja jugar!" -, comida, globos, sorpresita, gracias por venir.
Para cuando se fueron mis amigos, que habían pasado a soplar las velitas y comer torta, eran las nueve y media y yo estaba destruida.

Es impresionante lo mucho que puede cansar una tarde de películas.
Seguro que el zoológico no me hubiera cansado tanto.









13 jun 2012

Lucha Anual

Está llegando la fecha.
El mundo giró y volvió a girar y ya estamos llegando al cumpleaños de Rorro una vez más. Siete. Ya son siete.
Y parece que fue ayer que estaba sufriendo con los souvenirs de su cumpleaños de cinco. Y con los de seis. Y una vez mas acá estoy, sufriendo con los de siete.

La vida no es nada si no es una constante repetición.

Este año no vamos a hacer pelotero. Ya está. Gracias a Dios parece ser que terminamos con esa etapa - un huevo y la mitad del otro sale alquilar un pelotero en estos días, nomejodan - y la Ro prefirió hacer un listado de VIPs - no, Bebilacqua, uste´no está invitado - y nos vamos todos al zoológico/lógico/lógico, a ver animales, cuales/cuales/cuales, a ver animales, cualesqueséyo...
Perdón, me dejé llevar.
El zoológico no me preocupa en demasía. No van a ser mucho chicos, y vamos a ser tres adultos, yo creo - estoy bastante segura, diría que en un 98- 95 - 91 por ciento - que podemos manejarlo. Incluso la gente pesímista del pronóstico, que andan diciendo que el sábado va a ser el día mas frío del año, no me asustan. ¿Saben qué? Saco la lengua, soplo y hago sonidos obscenos en su dirección, gente pesimista del pronóstico. Eso hago. A ver Bebilacqua, ayudemé que a usted le sale mejor que a a mí. Eso, sonidos obscenos para todos.
Como si un poco de frío fuera a detener a ocho pibes de correr en un parque rodeados de animales.
Esta gente no sabe nada.

Lo que me preocupa, una vez mas entonces, es el tema de los souvenirs.
Porque después del zoo todos los pibitos van a venir a casa, y en casa va a haber que darles el té - que no me preocupa tampoco, las papas fritas de bolsa llegan lejos - y soplar la torta - que la voy a hacer bien temprano a la mañana... bien temprano... bien bien temprano... y ya me estoy empezando a deprimir de lo temprano que voy a hacer esa torta -, y cuando se vayan va a haber que darles un recuerdo de Constantinopla. ¿Cómo dice Bebilacqua? ¿Cómo es el chis-
Uh, no, de Constantinopla entonces no. No los van a volver a dejar volver a casa después de una cosa así.

La Ro ha decidido que la temática de su cumpleaños - temática, lo que se dice temática... no... pero bueno, el adorno de la torta y sus contrapartidas, pongamoslé - vendría a girar en torno al dibujito Kid vs Kat. Que lo dan en Disney XD.
Ese sobre un gato extraterrestre que vive con una familia y el chico de la casa que vive cohartando sus planes de conquistar el mundo. Sí, ese. Y no saben ustedes lo difícil que es encontrar cotillón referido a este dibujito en particular .Aparentemente sólo mi hija quiere un gato extraterrestre y un nene heroico en su torta de cumpleaños.
La sugerencia de Hello Kitty, después de una fingida consideración,  recibió una amable pero firme negativa.
A final nos hemos puesto de acuerdo y el souvenir va a consistir en un sendo DVD, con dibujitos de Kid vs Kat, con una carátula con el niño y el gato y un cartel que dice, feliz cumpleaños Rorro.

¿A que es bonito todo el asunto?
¿A que no saben la computadora de quién no está funcionando bien estos días?

Sí, era fácil adivinar esa pregunta.

Así que aquí estoy, con diez carátulas que imprimir, diez DVDs que grabar, diez capítulos de Kid vs Kat que bajar, un adorno de torta que manufacturar a mano de un pedazo de telgopor y una imagen impresa sacada de la internet, y una computadora retobada que noquierenoquierenoquiere hacer lo que le pido en tiempo y en forma.

Tal vez no parezca mucho, pero el tiempo se acaba y ya estamos a martes.
Tic tic tic, dice la cancion de Metallica.
Frantic tic tic.

De esa lista ya conseguí los dibujitos - Rorro tiene que ver si son lo que ella quiere que sus amigos vean... y esperemos que sí, porque otra vez pedirle a mi pc que cabecee va a ser difícil - y la imagen para el adorno - sólo falta entelgoporgarla.
Me quedan sólo tres días para imprimir, grabar y ensamblar todo el resto, y no tengo tiempo para trasladarme a ningún lado porque estoy - como tanta otra gente los días de semana - trabajando.

Este es el momento en que necesito que entre Tom Cruise, y mientras Limp Bizkit hace la música de Misión Imposible, dejo todo en manos de Ethan Hunt y me voy al carajo.

Por cierto, mi suegra compró un cartel para poner en la entrada de casa que dice FELIZ CUMPLEAÑOS, y tiene un Hello Kitty precioso.
No sé qué va a opinar la Ro de eso.

8 jun 2012

El Reciclaje de la Paciencia

Fui al mercadito cerca de mi casa el otro día.
Si bien es carísimo y la fruta y la verdura han visto mejores días - y etiquetan las ensaladas y demás envasados con fecha del día siguiente... ¿tendrán una máquina del tiempo atrás y las prepararan al día siguiente? -, tiene algo que no puede superar nadie y es que está a una cuadra de mi casa.
Dura realidad la del vago, pero no vamos a andar entrando en pecados capitales a esta hora, que hay demasiado sol.
Decía entonces, antes de que tratara de arrastrarme a una discusión religiosa, volvía del trabajo y fui al mercadito. Caminé por el pasillo largo, entre las góndolas, doblé a la izquierda, volví por el pasillo largo y en mi caminar junté cosas varias, tales como algunos yoghures, una manteca, un jugo, una tapa de tarta y así - lo que uno compra cuando va a un mercadito, vamos, tampoco esperen encontrar en mis compras algo sorprendente y revelatorio porque no. No, no voy a discutir religión, no insista.
Haciendo equilibrio con todo , llegué hasta la caja, saludé, dejé todo sobre el mostrador, la chica sumó todo, me pasó el total, le pagué y me dijo, "No estamos entregando bolsas."

Ajá.

Que bien, que ecológico, que tarada no me avisó antes.

Me señaló un cartelito atrás suyo que advierte de este hecho - y en mi defensa voy a decir que ese cartelito está ahí hace mas de un mes y ellos seguían entregando bolsas hasta la semana pasada por lo menos.
"Si querés podés llevarte una de tela." y me muestra la línea Beige de la colección Otoño Invierno, con el Logo "Victor" al costado, y como no me gusta pagar por la falta de información ajena, negué la oferta de comprar la bolsa de tela, le agradecí entre dientes, y haciendo malabarismo, metí algunas de las cosas chicas adentro de mi cartera y las demás las llevé como pude hasta casa que, por suerte, como comenté al principio de este posto, queda a sólo una cuadra.

Anoche fui al mercadito una vez mas.
Volvía del laburo y las circunstancias me llevaron en su dirección una vez mas.
No hagan comentarios, no puedo evitarlo. Tienen tarjeta, tienen una selección amplia - si bien un tanto venida a menos -, están cerca de mi casa y alegan tener una máquina del tiempo. Es terrible, debería resistir, pero es lo que es.
Decía, fui al mercadito, recorrí el pasillo, y cuando iba a empezar a agarrar cosas, recordé mi predicamento de la vez anterior, y me contuve.
Pasé de la largo frente a los yoghures y demás cosas pequeñas, resistiendo a duras penas, pensando que esta vez mi cartera era chica como para meter nada. Agarré pan y fiambre - está noche salen sánguches - y prometiéndome ir al supermercado a buscar el resto de las cosas al día siguiente, enfilé para la caja.
La chica me saludó, me cobró todo, y mireustedquécosa, metió mis dos humildes cosas EN UNA BOLSA.

Yo no creo que lo hagan para joderme a mí en particular, creo que es una cosa mas global, mas generalizada... pero que me jode, ME JODE.

5 jun 2012

De Traiciones y Bichos Rosas

Buenas y santas.
Mi hermana tuvo a bien el otro día el lanzarme una filípica de padre y señor mío frente al hecho de que tengo el blog medio abandonado. Considerando que yo este blog básicamente lo empecé para tener al día a los de allá de lo que pasa acá, podría decirse que tiene razón.
Como además mi hermana es una persona de armas tomar, y cualquiera que haya tenido un hermano de armas tomar sabe que son gente a respetar, voy a organizar mi tiempo y retomar este espacio - no festejen todos juntos, que después tengo que levantar el papel picado y creo haber aclarado ya que el tiempo no me sobra... - más o menos donde lo dejé.

¿Qué les estaba contando la última vez que lo dejé? A ver... el asesino era ... Ah, no, esa era otra historia que dejé por la mitad. Silencio, Bebilacqua, no le voy a decir quien era el asesino, será de Dios, lea un libro entero alguna vez, hombre.

Decía entonces, voy a retomar la escritura y volver al anecdotario que nos compete. Son ustedes bienvenidos para retomar la lectura o darse vuelta y seguir durmiendo, como sea no me voy a ofender.


Mis niños - como buenos ejemplares de este milenio - aman las computadoras. Las computadoras, los jueguitos, cualquier cosa que tenga una pantalla y haga ruiditos y luces, ellos se prenden.
En estos días, la Wii, que había sido abandonada un poco en haras de otros entretenimientos - gracia´dio soltaron mi notebook - pasó una vez más al primer plano, gracias a que el padre les ha conseguido varios jueguitos nuevos.
Entre esos jueguitos se encuentra Kirby´s Adventure.
Kirby´s Adventure - cuya versión americana se llama Kirby´s Return to Dreamland, cosa que yo no sabía y lo bajé también y casi me linchan cuando descubrimos que era EL MISMO JUEGO, no se confundan - trata sobre este simpático bichito rosa - Kirby, por si no habían adivinado - que vive en el planeta Pop, donde se estrella una nave que viene de... no sé, otro lado, y se rompe en varios pedazos. En la nave viaja un extrapopiano, que le pide ayuda a Kirby para juntar las piezas para poder volver a su planeta y derrotar al malvado... alguien, y etc etc. Empieza al juego.
Zeke amó el juego desde el principio. Un juego perfecto para un crío de cuatro años. Difícil como para que tenga que esforzarse para conseguir todo, pero no tan difícil como para que se frustre y no quiera jugar nunca más. Buenísimo para todos los demás, porque es un juego simpático, sin nada violento, con personajes tiernos - dentro de todo - y lo mantiene entretenido - a él y a la hermana cuando la convence - durante las horas en que los dejo perderse dentro de la máquina.

O sea que veníamos bárbaro.

Habrá estado dos semanas pasando nivel tras nivel - ayudado cada tanto por mí o por el padre. Juntando pieza tras pieza, festejando cada etapa superada, contándome excitado lo que había aprendido a hacer su bicho rosa, disfrutando feliz del juego... Hasta que llegó al final - o al pre final más bien, había un nivel bonus después.
Juntó todas las piezas, se las llevó al extrapopiano, estaba listo para su premio... Y resultó que el extrapopiano era MALISIMO. La pantalla se oscureció, el extrapopiano creció dos metros, se le pusieron los ojos rojos y nos contó que en realidad todo había sido un engaño para convencer a Kirby de ayudarlo, pero que él quería dominar el universo mbuajajajjajaa, y bla bla bla...
Vieran ustedes la cara de horror de mi niño el menor.
La tristeza.
"Pe´o... ¿poqué es malo?"
La traición.
Trató de jugar un poco más, de pasar el nivel extra y derrotar al Malísimo Extrapopiano, pero ya no era lo mismo.
Al final apagó todo, borró todo, me dijo que odiaba haber ayudado al malo a ganar - con otras palabras, pero el espíritu era esa - y que nunca mas quería jugar a la Wii - eso ya se le pasó.

Ahora, yo me quedé pensando, ¿la gente de Nintendo no prevee eso? Está bien, quizás mi niño sea un tanto sensible y a otros nenes no les pase. Pero ¿no se les ocurre pensar que a los nenes chiquitos no les gusta pensar que fueron traicionados por alguien en quien confiaban? Digo, no. De pronto, me parece... ¿no sería mejor sacarnos el tema de la traición de encima ANTES de que el crío haya perdido dos semanas ayudando al malo de incógnito y pensando que estaba haciendo algo bueno?
Yo sé que la vida no es fácil, pero prefiero explicarle a mi cachorro de cuatro años que la gente se muere, a tener que explicarle que a veces, más de las que uno quisiera, va a pasar que alguien en quien él confíe va darse vuelta y lastimarlo.

Para explicar esas cosas siempre hay tiempo.

El asesino era el masajista, por si alguien se había quedado con la duda.