Otra Mente Brillante Arruinada por la Educación

10 may 2010

La Fábula de la Perra Gris y la Perra Blanca


El sábado fuimos a la plaza, todos y Magenta.
Magenta no sale mucho durante la semana, quedándose en el jardín, porque yo no tengo tiempo de sobra - si lo tuviera habría muchos mas libros en mi vida - y el resto del plantel no lo hace. Cuando la perra sea mas grande - de edad, porque ya tiene el tamaño de un ternero gris - voy a tener que conseguirle un paseador. Un gasto mas en una interminable lista de gastos... y no voy a seguir por ese camino, por ese camino yace la locura, como dicen en los libros.

Decía yo entonces, plaza, niños, marido, perro... por este camino no yace la locura exactamente, pero admitamos que a veces se le asemeja un poco.

Magenta, con esto de que no sale mucho cuando sale hay que decir que se emociona muchísimo. Al punto de que trata de arrancarme el brazo de cuajo - se esfuerza con ganas la guacha - durante todo el camino, porque no la puedo soltar al principio de la salida ya que es tanta su emoción al verse fuera que cruza la calle - los patios ajenos, las veredas, las puerta, los negocios y a otra gente - sin prestar ningún tipo de atención, y si bien se solucionarían un par de problemas si la pisa un auto, no es esa la idea tampoco.

Llegamos finalmente a la plaza - mi muñeca a medio dislocar - y solté a la perra y a los niños para que jugaran.
Zeke hizo su habitual circuito de tobogán, tobogán, hamacas y "´quí, mamá" para que me sentara con él a jugar en las piedritas - no hay arena en las plazas de Neuquén, al tercer día de viento sólo te queda el pozo.
Rosario es un poco menos predecible y si bien lo suyo suele ser las hamacas y la trepadora, esta vez decidió que quería jugar a las escondidas y lo convenció al padre de que aportara. Henry se quedaba quieto y contaba y yo desde donde estaba sentada entre las piedras la miraba a la Ro correr hasta ubicarse detrás de este o aquel árbol con Magenta pegada a los talones.
Es muy difícil esconderse con un perro que siempre botonea tu posición, corriendo alrededor de tu escondite como un poseso... porque cabe aclarar que Magenta tarda muchísimo en calmarse... si es que alguna vez lo hace.

Mientras nosotros nos dedicábamos a esto, pasaron diferente personas con diferentes perros a los cuales Magenta saludaba, alrededor de los cuales corría un poco y luego volvía para saltarme encima, esperando mimos. Estábamos todos pasando un buen rato. Y ahí fue cuando una chica, vestida de negro elegante, entró a la plaza. A sus pies, sin correa y caminando veloz, una perra blanca tamaño bolsillo, a la que Magenta enseguida le saltó encima, igual a como le había hecho a todos los perros anteriores. El probema fue que a la perra blanca, a diferencia de todos los demás perros, no le hizo nada de gracia la avalancha y retrocedió, mas que sobresaltada.

Yo llamé a Magenta, que obviamente me ignoró olímpicamente, habiendo encontrado algo mucho mas divertido para hacer que escucharme a mí. La chica de negro llamó a su perra, su "¡Gigi!" angustiado resonando en la plaza, pero ya era tarde. La perra de bolsillo, asustada por nuestra bruta gris había echado a correr, y nuestra tarada, fascinada por la joda, le había salido corriendo detrás.
Yo no estaba preocupada, no por nuestro bicho, mal que mal Magenta siempre vuelve, pero se ve que la chica elegante no le tenía tanta fe a su perra, porque sus gritos levantaban un eco en los árboles, completamente ignorada tanto por la aterrorizada perra blanca como por la perra gris pasándoselo bomba, mientras todos los demás mirábamos a los animales correr cada vez mas rápido alrededor del lugar.
Eventualmente, dándole la razón a la falta de fe de su dueña, la perra blanca dejó de correr en círculos y enfiló a todo tren fuera de la plaza, sus patas un borrón sobre el suelo, seguramente en dirección a su casa, y atrás de ella salió corriendo la chica de negro ya no tan elegante.

Magenta las siguió la primera cuadra y después frenó, muerta de risa - porque juro por Dios que esa perra se estaba riendo - y volvió a donde estábamos nosotros parados. Henry, Rosarito y yo - Zeke ni bola - nos quedamos quietos, mirando a la chica de negro correr detrás de su perrita, cada vez mas lejos, hasta que desapareció en el horizonte.
Sin mucho mas que agregar le pusimos la correa a la perra risueña, agarramos a los chicos y nos fuimos a la mierda.

Moraleja, los perros blancos y pequeñitos son unos cagones.

19 comentarios:

F. Martín Morante dijo...

Yo se que esta mal reírse de las desgracias ajenas, pero mira que me reí con esto.

Saludos y buen comienzo de semana. Solo espero que la piba haya encontrado a la perra.

Para todo lo demás, existe...

Pablo dijo...

...o que las señoras elegantes de negro son muy lentas.

Yoni Bigud dijo...

Yo no entiendo a la gente que tiene esos perros pequeños y mariconcitos. Para eso me compro un hamster, que por lo menos no lo tengo que sacar a pasear.

Un saludo.

zorgin dijo...

clásica imagen del choque de dos culturas, bárbaros y civilización...
no dude que habrá un segundo capítulo ;).
donde los multicolores se volverán a cruzar con los monocromáticos...

Alex dijo...

cómo le vas a poner Gigí y pretender que se desenvuelva por la vida con soltura!

Elena dijo...

La pobre Gigi vio la oportunidad de escapar a una vida de mirar hacia arriba y verse en una jungla de estiletos negros y la aprovechó... Magenta fue SOLO una cohartada.

Damaduende dijo...

Tincho, por favor, que esto es serio... Yo me aguante la risa como dos cuadras, miráloquetedigo :)
Yo también espero que hayan encontrado a Gigi, si no me va a dar una culpa...
Saludos y buen lunes para tí también.

Don Pablo, las señoras elegantes son muy rápidas en otros ámbitos. Se ve que correr perritos no es su fuerte.

Sr Bigud, le admito que yo quería comprar uno de esos, pero por una cuestión de tamaño. El perro grande me encanta, pero ... es muy grande. Igualmente mi legítimo nos sacó rápido de esa idea, él "un perro puto" no iba a tener ni ahí.
No diga la palabra hamster, que la Ro está desde el otro día que quiere uno.

Damaduende dijo...

Don Zorgin, aguanten los multicolores!! Que tenemos perros que se mandan cagadas pero que se ríen al respecto.

Alex, ese es el problema. La falta de respeto genera falta de respeto. Probablemente después de lo del sábado la lleven al psicólogo y todo.

Ele, ahora que me lo decís puede ser. No parecía un perro muy feliz la tal Gigí. Seguro que la vio venir a Magenta y se dijo "esta es la mía" y la agarró con ambas manos... bueno, patas, pero lo mesmo.

Chiru dijo...

la culpa la tiene el nombre, como dijo Alex
En cambio Magenta, es un nombre divertido e imponente
Sí, sí... la culpa la tiene el nombre y no el tamaño

zorgin dijo...

ud cree que leslie caronnn que marcada por el nombre del flim?

Ochurus dijo...

No soy una amante de los perros, pero igual algunos me gustan más que otros. Y los que no pasan los 50 cmts me caen mal...qué se yo, ahí debería actuar la selección natural...o que les dejen de decir perros y les inventen otro nombre, porque perros lo que se dice perros no son. Serán...que se yo...protocanes?
A lo mejor en la corrida de Gigí (que manera de condicionarla con el nombre por dió!) pasó un camión y actuó nomás la selección...

un saludo!

Damaduende dijo...

Vos decís Chiru que si se hubiese llamado... su Majestad Isabel La Católica no hubiese corrido asi?... Ahora que lo pienso es probable. Un perro con semejante nombre no corre frente a nada. Es como decía la propaganda, un buen nombre es lo mas valioso que uno puede tener.

Don Zor, no. Ella ya estaba condicionada de antes... Igual le digo que a mi Leslie Caron me gusta, pese a su condicionamiento. :)

Ouchs, no le vayas a decir que no es un perro a un fox terrier que se va a ofender tremendamente. A todo el resto de la perrada diminuta deciles como quieras. :)
Espero que a Gigi no la hayan pisado, porque voy a sentirme terriblemente culpable... No es su culpa que su dueña no tenga ni idea de lo que es tener un perro de verdad.

Marina dijo...

voy a salir en defensa de gigi, que no tiene la culpa del nombre ni de la dueña que le tocó
y no sigo hablando porque van a pensar que soy la elegante chica de negro (de jeans y championes, claro está)

Alex dijo...

mumien, Marina!

Damaduende dijo...

Marina, si yo no tengo nada en contra de la pobre Gigi... Me parece na´mas que ha ido a parar a un hogar donde mas que un perro es una muñeca. Pero a cada uno lo suyo.
Vos corrés a los perritos con los jeans y las zapatillas? Lo tuyo es mucho mas práctico.

Alex, eso, eso!

Marina dijo...

abogada del diablo yo ;)

Damaduende dijo...

Defensora de pobres y ausentes, diría mi hermana.

Dalila Alonso dijo...

GIGI.

Jajajajaja, quién usa esos nombres pedorros?

Damaduende dijo...

Las mujeres elegantes de negro, obviamente... :P Que podrían ponerle un poco de color a la cosa y tal vez tuvieran que trotar menos así...