Otra Mente Brillante Arruinada por la Educación

26 feb 2011

Y Vivieron.



Hace unos meses leí un libro de Meg Cabot, de título The Queen of Babble… que vendría a ser La Reina del Parloteo.
El libro en sí, ni fu ni fa, un libro rosa entre tantos libros rosas. Divertido en el momento, bien escrito, qie una vez que pasa sólo deja el regusto dulce. Caramelos mentales, como quien dice.
Acá es donde la gente se pregunta por qué entonces estoy escribiendo yo este post - no, no me importa lo que usted se pregunta, Bebilacqua, hágame el favor - si el libro sólo vale lo que una tarde lluviosa al pedo. Estoy escribiendo esto porque resulta que el libro tiene una continuación.

El primer libro trata sobre esta chica - la charlatana del título, Lizzie, - que sigue a su último novio a Inglaterra, donde se entera que el único plan del flaco es esquilmarla por lo poco que tiene, así que lo planta y se une a su mejor amiga y al novio de esta en un plan de pasar el verano al sur de Francia, trabajando medio tiempo en un castillo en la campiña.
Libro épicamente rosa como dije que era, Lizzie conoce al hijo del dueño del castillo y después de un par de aventuras y desventuras que no vienen al caso, los dos descubren que están enamorados, suelten las palomas, descorchen el champagne y vivieron felices y comieron perdices.
Nada misterioso, nadie proteste - Bebilacqua, no se haga, usted no pensaba leerlo -, no es como que nadie vio venir ese final.

Después de terminarlo, la idea de leer los dos - sí, dos - que seguían honestamente no me llamaba mucho. Considerando que los títulos son La Reina en la Ciudad y La Reina se Casa, pude adivinar a qué venían y los dejé pasar.
Hace un par de días, sin nada mas para leer - un mal que me aqueja bastante seguido - agarré finalmente el segundo. Y acá es donde me aprieta el zapato, porque si bien el segundo es bastante parecido al primero en la forma, en el contenido - y acá sí viene un spoiler, cualquiera que esté pensando en leer estos libros cierre los ojos - el principe azul, hijo del dueño del castillo, destiñe.
Me encantó.
Considerando que yo esperaba un problema formuláico sobre esta chica y su novio que se solucionaría para el tercer libro donde, como el nombre indica, se casan, el hecho de que a lo largo del segundo libro un par de personas le digan que su hombre no es de los que se comprometen y que para el final ella lo haya pateado y se haya conseguido otro - que en el primer libro era un personaje secundario y que de a poco y con mucho trabajo salta al frente - me pareció buenísimo.

Nunca nadie cuenta que pasó después del Y Vivieron Felices. Nadie dice si Cenicienta con su OCD tuvo un ataque de nervios al tercer día de no hacer nada y se fugó con un vendedor de seguros. O si Blancanieves descubrió que el principe tenía un problema de necrofilia importante. O si Meg Ryan y Tom Hanks descubrieron que después de tantos emails en persona no tenían realmente tanto en común.
Me divirtió muchísimo encontrarme que el chico que tan perfecto era para ella en el primer libro - y que hubiera quedado así si yo lo hubiera dejado ahí - en el fondo no era tan perfecto para nadie.
El segundo libro termina entonces con - otra vez, los que no quieren saber, tápense los oídos y hagan lalalalalala - el principe azul, pese a todos los comentarios, pidiéndole que se case con él. Pero ahora ya no es tan seguro que en el tercero sea con él con quien se case - yo le tengo las fichas puestas al otro - y es este hecho lo que me lleva a este posto.

Me gusta cuando los libros, mas aún los libros rosas, me sorprenden.

11 comentarios:

El Gaucho Santillán dijo...

Yo lo leì.

se casa con el prìncipe azul, y para mantener la pareja fuera de la rutina, se hacen "swingers".

Despuès viene una parte con travestis, pero no te quiero contar el final.

Saludos

Yoni Bigud dijo...

A mí lo que me sorprendería de un libro rosa sería encontrarme leyéndolo, así que no me tapé los ojos ni dije laralarala. Pero admito que los cambios de rumbo son buenos y necesarios.

Un saludo.

Pablo dijo...

"Vivieron felices para siempre" implica que esas cosas no pasan. Y -extrañamente- que los protagonistas son inmortales.

Lo peor es que si uno se aparta de los finales felices, no se sabe donde puede terminar. Ya va a ver cuando en el cuarto libro el marido muera de un infarto por tomar viagra y ella se asocie con narcotraficantes para instalar una 'cocina' en el castillo. Ya va a ver.

Vicky dijo...

Probablemente los consiga y los lea. No soy fanática de las historias de amor que chorrean miel, pero esta me llama la atención.

Agente Smith dijo...

Andá al cine a ver "Tangled", te va a gustar y va a ayudar a mantenerte la mente arruinada,

Damaduende dijo...

Don Gaucho, nooooooo!!!
Y ahora? Es como si me dijera que el mayordomo es el asesino! `peresé, ya va a comentar que está leyendo algo de suspenso y zácate, ahí le voy a decir quién fue el que se comió la última torta frita. Uste´ ´peresé...
Saludos


A mí los libros rosas m´encantan, sr Bigud. Bueno, le seré honesta, me gustan los libros de todos colores, no soy muy prejuiciosa, lo único que no les perdono es que no tengan final feliz... E incluso puedo perdonar un final triste si está bien contado o tiene sentido. Los finales tristes sólo por no caer en el final rosa me parecen detestables.
Saludos


Es cierto, Don Pablo. Ninguna historia tiene un final feliz si uno la continua el tiempo suficiente. Por eso yo las dejo en el momento en que todo está perfecto... Pero ve, a eso voy. Hay historias en las que uno no se cree que después de ese "final feliz" vayan a durar mucho mas...
Mire, prefiero pensar que se hicieron swingers y se amigaron con un trava. Me daría penita pensar en los hijos de esa gente creciendo entre drogas... o_0

Damaduende dijo...

Son divertidos, Vicky. La protagonista agota un poco, pero si uno no busca nada mas que algo divertido para pasar el rato, son lindos :)


Oiga, Agente, que tiene usted contra Tangled? El mimo me hizo reir a carcajadas :)

pal dijo...

Pero entonces te gustan las series de tv gringas. Ahí si, primero se enamoran a y b, son la pareja ideal, pero se separan y una sufre, después se junta a con c y lo mismo, pero por el camino no resulta y c se queda con b y así dependindo del staff de actores supongo.(Friends, how meet your mother, etc etc etc hasta en dr.House!!!)
Yo eso lo odio.No les creo.
Ya cuando tenía 12 o 13 años no vi la segunda parte de Rolando Rivas Taxista por eso.
En fin, que la neurosis me viene de chiquitita.

ps yo leo de vez en cuando esas cosas... pero solo si no tienen segunda parte donde puede pasar lo que te digo... por eso mejor los ingleses, eso es kitsh del bueno! Ya ves como en Chocolate para el desayuno II Firth se queda donde debe. Faltaba más!

Martín dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Martín dijo...

como hijo de padres divorciados, nunca me comí eso de "...y vivieron felices. The End".
Nop. El casorio es apenas el comienzo (del fin).
Y ni hablar de las tiernas criaturitas (aka hijos) que de chiquitos te los querés comer de dulces que son, y cuando llegan a la pubertad te arrepentís de no habertelos mandado en un sanguche con Hellmann's.

Damaduende dijo...

Es que es cierto, el "y vivieron felices" no existe, sólo es cuestión de donde es que uno deja de contar la historia. Eventualmente uno se cansa o se muere, no hay vuelta que darle. Y no, no hablemos de los hijos, que una oscila entre la mayonesa y el dulce de leche todos los días :)