Otra Mente Brillante Arruinada por la Educación

6 may 2011

Tejiendo Canastas


Hará un par de meses, cuando terminaron las vacaciones y volvimos todos a la cacareada rutina, mi amiga Daniela volvió de las suyas en la Pampa habiendo aprendido a jugar a la Canasta.
Como el juego le había resultado de lo mas entretenido, me preguntó a mí si sabía jugar. Yo, que hace veinte años que no jugaba, le dije honestamente que saber lo que se dice saber, sí, pero de ahí a que valiera la pena jugar conmigo...
Ahí nomás me enganchó para que fuera a jugar con ella algún domingo.
Como a mi jugar a las cartas me gusta, e ir a tomar el té los domingos a su casa es algo bastante corriente - sus niños y los míos tienen la misma edad y corren a la par, por lo que todos la pasamos bien - me pareció un buen plan. Imprimí las reglas y allá fui, un domingo, a nuestro té Canasta - Bebilacqua, cualquier comentario sobre mi edad se lo guarda o se retira.

Dije yo antes que hacía veinte años que no jugaba, ¿no?
Y que la última vez que lo hiciera tenía menos de doce y que lo hice con mi abuela en el campo - la abuela que manejaba la Ford mirando por debajo del volante - y que lo mas que recordaba era que había que armar grupos de siete cartas y que había que robar el pozo y que si jugaban tres personas, se jugaba con un "muerto" - cuando uno tiene once años la idea de que una persona muerta está a la mesa con uno es muy interesante - ¿no?
Lo dije ¿no?
Bueno, lo del muerto no, pero todo lo demás estoy segura que lo aclaré.

Obviamente, Dani con sus bien despiertos conocimientos de Canasta, limpió el piso conmigo. Mal. Cabe también decir que su marido, sin nada que hacer, se había sentado a conversar con nosotras, y como yo no tengo los años de práctica que ella tiene como para ignorar lo que dice, mi buena educación me impelía a contestar, lo cual estoy segura me puso en desventaja... Daniela me juró que no había planeado esa estrategia, pero voy a guardarme mi leve sospecha.

Pasaron algunas semanas y nos juntamos de vuelta.
Yo había perdido las reglas que tan bonitas había impreso para la vez anterior - Ro me las robó para dibujarles atrás - pero ella tenía lo básico por si teníamos alguna duda, así que, después de tomar un buen té, nos pusimos a jugar.
Esta vez, si bien la partida empezó con ella a la cabeza, logré encontrar la manera de participar en la conversación Y a la vez prestar atención al juego, y con un par de movidas acertadas, para el final, había logrado ponerme a la cabeza por un par de puntos.

Este domingo nos juntamos otra vez.
Daniela hizo struddel de manzana, estaba buenisimo, voy a ver si lo hago en casa.
Y yo gané por una amplia ventaja.

Acá es donde va mi victory dance... sepan ignorar la referencia al hockey



11 comentarios:

Sir Lothar Mambetta dijo...

No hay nada como un inocente juego para transformarlo en una despiadada competencia.

El oso es bueno pero es que el elefante...

Un beso.

Yoni Bigud dijo...

Yo soy muy bueno jugando a la podrida. Un juego insuperable que rompe las amistades más robustas.

Pero no tengo un baile. ¿Cómo es que no tengo un baile?


Un saludo.

GABU dijo...

Jjajajaajajajaj

Por què serà que a pesar de haber ganado a lo que sea y frente a quienes sean,uno necesita regocijarse en su propia victoria,no?? ¬¬

BESOPLUS Y MUY BUEN FINDE!! ;-)

Felicitas dijo...

Quien es Babilacqua que la nombras en casi toooodos tus post???

Mona Loca dijo...

Hay cosas que nunca se olvidan.

Yo a la canasta no juego, me cuestan las sumas, pero el burako se me da bastante bien.

besos

Damaduende dijo...

El elefante es muy dificil de superar. Sube y baja, sube y baja... y cuando uno se quiere acordar ya lo vio subir y bajar unas treinta veces... :P
Beso, sir M

Hace muchísimo tiempo que no juego a la podrida... Sé que sabía jugar, pero no tengo ni el recuerdo del "muerto" le diré, así que paso.
TIene que conseguirse un baile, sr Bigud, como no tiene un baile? Cómo hace para romper esas amistades si no les hace un baile de la victoria en su cara cuando pierden? :S


En realidad, y porque soy una excelente ganadora, cuando estuve en su casa el baile no lo hice... Pero admito, Gabu, que se lo conté a tooooodo el mundo y sus amigos :P
Besinhos pa´ti también, reina.

Damaduende dijo...

Cómo quién es Bebilacqua? Es el gordito ese, el que se sienta al fondo de la clase y se la pasa haciendo comentarios fuera de lugar. Me vas a decir que no lo ubicas? Normalmente se sienta al lado de Caballasca, y las cosas que habrán hecho esos dos... :)


Nop, estimada Mona, el Burako no lo tengo... Es decir, una vez compré para jugar al Rummy Burako, una cajita muy bonita llena de fichitas con números, pero nunca le tomé la mano... Supongo que debería haber leído las instrucciones como mínimo... :S
Besos besos

pal dijo...

Pero si me encaaaanta la canasta!!! - Bebilacqua, lo de la edad ya no se lo ríe nadie, cállese- y aprendí con mi mamá que es casi decir con la abuela... de hecho, ella me contó que fue al principio del siglo pasado -y bien pisado- que se lo trajo una tía que iba y venía de Uruguay. (La vieja era la amante de un diplomatico argentino que nunca se sabí dónde andaba, ni él ni la señora esposa... por eso mi tía iba y venía)
Y cuando llegué acá la abuela de mi consorte, que es era tan vieja como mi mamá, sabía jugar y fue otra época canastera de mi vida. Me encanta la canasta y las viejas que juegan canasta. He dicho.

ps: será un juego del cono sur?

Damaduende dijo...

Vio Bebilacqua, yo le dije, y uste´dale que va con la cantinela... En fin.
Tu tía era la amante de un diplomático? Que moderno para la época... :)
He descubierto yo que me encanta jugar a la canasta, así que quedamos ahí, Palita, cuando vaya pa´llá, jugamos :)
Depende donde leas se inventó en Argentina o en Uruguay, así que síp, cono sur total.
Besos

eMe dijo...

No sé jugar a la canasta, pero recuerdo haber jugado a algo que requería agrupar cartas de a 7. O me lo enseñaron con otro nombre o era canasta y la edad ganó la batalla... no sé... cuando recuerde te cuento.
Quiero el video original, el de TU baile!!!

Damaduende dijo...

... no conozco otro juego que agrupe de a siete cartas... pero quien soy yo para andar haciendo comentarios sobre la edad... Para eso lo tengo a Bebilacqua: ¡Bebilacqua! Venga y comentelé acá a la señorita que parece que el alemán la pasó a visitar y no se dio cuenta.
`tas loca, mirá si voy a bailar enfrente de una cámara cuando puedo poner a bailar a un oso :S