Otra Mente Brillante Arruinada por la Educación

24 sept 2009

Y sacudo la caja y nada...


Qué molesto es el síndrome de la hoja en blanco.
Tengo una historia fabulosa en la cabeza, sobre titanes queriendo volver al mundo desde donde los desterraron los dioses, sobre unos descendientes directos que esperan el momento correcto para abrir el portal, sobre una grieta en un glaciar y una botella de whisky, sobre una chica embarazada y furiosa que es la clave de todo el asunto, sobre una sociedad secreta en extinción que sólo existe para impedir que esto suceda… Y tengo imágenes, una chica corriendo con un vestido blanco y un arma en la mano; los buenos - uno insiste en parecerse a Anton Yeltsin, no sé por qué - mal organizados, reducidos en número, peleando en mitad de la calle, espalda con espalda, bajo el balcón y los faroles; el malísimo, heredero de una fortuna, caminando por los glaciares en la Patagonia, todo envuelto en una campera marrón forrada en piel, con un mapa en una mano y un bastón en la otra; la mejor amiga comprando ropa de maternidad a las corridas, armando un bolso para el viaje que las espera; el escape por los pelos en la estación de trén; todos acurrucados en la caja de una camioneta rumbo al sur... Y los romances entrecruzados, las amistades, las traiciones y las alianzas... Y la heroína, nada preparada para el lío en el que se metió; el héroe, listo para cumplir con el deber que prometió que iba a cumplir pesara a quien pesara; el mejor amigo, dividido entre lo que quiere y lo que no puede tener; el nuevo, llegando de casualidad, listo para probar que sabe lo que hace aun cuando todo es una mentira; el malo, que está haciendo todo porque para esto lo criaron cuando en realidad él quería ser bailarín; la mejor amiga, que está con ellos solamente porque la noche en que todo salió mal no podían dejarla atrás, a merced de la furia, y por sobre todos ellos, los titanes, mandando mensajes a través de la grieta, rugiendo por reclamar un lugar al sol…
Tengo todo… me queman los dedos de empezar a escribirla…
Pero por alguna razón que escapa a mi control, ninguna de estas personas parece tener el mas mínimo interés en conocer a las demás, lo cual por supuesto impide totalmente la realización de esta historia.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo que el síndrome de la hoja en blanco es cuando tenés que escribir algo y no tenés ideas. Aquí, el freno al inicio viene dado porque te están dando vuelta en la cabeza infinidad de principios y no te quedás con ninguno. Hay escritores que escriben varios finales posibles para su novela, vos tendrías que hacer lo mismo pero al "vesre" El resto fluirá solo. Me gusta mucho la trama. Espero poder leerla alguna vez.
Stirwool

zorgin dijo...

el guion de crash (y otras) le dá una opción de método, lo consideró?