Otra Mente Brillante Arruinada por la Educación

5 dic 2009

A Veces Pienso que es Algo Personal


Esta semana vigilé pasillos.
Hubo exámenes internacionales en la Cultu y en vez de cuidar un aula por vez, como otros años, esta vez me tocó sentarme en el pasillo y cuidar todas en conjunto, cuestión de que si algo sucede, hay alguien a mano - namely moi - como para que la invigilator dentro del aula propiamente dicha no tenga que salir y dejar a todos esos niñitos solos. No sea cosa que se vayan a copiar o algo así.
El caso es que ahí estaba yo el lunes a la mañana, sentada en el pasillo, leyendo a Neil Gaiman muy tranquila, pensando en que mi posición era una tontería ya que en estos últimos años nunca había pasado nada y bien podría estar en la biblio adelantando el inventario así lo termino de una vez, cuando la puerta del aula "P" se abrió y Cinthya me hizo una seña, dando paso a una chica de 12 años con la cara llena de sangre.
Y es por eso que cuando uno dice que nunca pasa nada tiene que tocar madera - pena que el mundo está hecho de plástico y metal - y confiar que nadie esté escuchando realmente.
Guardé mi lectura, agarré a la chica del brazo, le indiqué que confiara en mí y mirara para arriba - las narices no dejan de sangrar si uno se pone a mirar por donde va - y la acompañé hasta el baño.
Pobre mi alma, sangraba como si se hubiera roto una arteria no un vasito capilar de nada.
Obviamente mi caja "por lo que pueda pasar" - lapices de colores, gomas, tijeras, agua, biromes, etc - no tenía algodón, así que busqué el teléfono interno recién instalado y llamé a secretaría, donde me atendió Pato.
"Hola."
"Hola, Pato, no me traés algodón que hay una ch...
"Hola!"
"Hola, Pato, soy yo. No me traés...
"Hola!!"
click.
Notando finalmente que Pato no podía escucharme - la línea nueva que conecta las aulas de arriba con la secretaría, sras y sres, parece ser de utilería - fui hasta la chica - a la que nunca le pregunté el nombre, flojo lo mío - y le dije que me esperara mientras buscaba algodón.
Ella sonrió, tenía una linda sonrisa, aun cuando estaba enmarcada en rojo medio coagulado, y obedeció cuando le dije que mirara el techo mientras yo iba y venía.
Corrí escaleras abajo - tratando de no sonar como una estampida de elefantes, merced a los exámenes en curso -, corrí por el pasillo hasta la entrada, pregunté por el algodón, le expliqué a la directora velozmente el por qué de la deserción de mi puesto - supuestamente yo tenía que llamar por teléfono si pasaba algo así. Ja. - y volví junto a mi emergencia médica.
Ella seguía mirando el techo cuando llegué - bendito fuera su sentido de obediencia - y su nariz continuaba sangrando. Con cuidado le limpié la cara lo mejor que pude, armé un choricito de algodón - tratando de que no fuera tan grande como para tocarle el cerebro - y la mandé de vuelta adentro del aula "P" a terminar su examen.
Limpié el baño, que pese a nuestros esfuerzos combinados estaba lleno de manchas rojas y redondas como monedas, y volví a mi silla.
Cuando hoy viernes - día en que además vino el inspector de Cambridge - me dijeron que tenía que cuidar nuevamente los pasillos, me tomé el trabajo de tener algodón cerca y de no pensar específicamente que "nunca pasa nada".
Pero el daño se vé que ya está hecho.
Al menos la chica que salió corriendo al baño a vomitar ya había terminado y no tuve que limpiarla para que pudiera volver a entrar.

2 comentarios:

zorgin dijo...

la que vomitó, salió tambien del aula "P"?

Damaduende dijo...

Vos decís que quizás sea el aula "P" el problema? No, esta salió corriendo del aula K/M, que es la nueva denominación para la biblio estos días porque hubo que unificar niños - no alcanzaban los cds para los listenings - y no entraban en ninguna parte. Puede usted creer que fui desalojada de mi puesto de trabajo? Una vergüenza...