
Venía el otro día caminando para la Cultu cuando en una de las esquinas de la Avenida Argentina vi a un ciego esperando que alguien lo ayudara a cruzar. Yo venía caminando por la plazoleta del centro, o sea que entre que lo vi y llegué hasta él varias personas habían ya cruzado la calle, ignorándolo olímpicamente.
Me paré a su lado - era un chico joven, no llegaría a los 30, alto, me sacaba casi una cabeza, y bastante pintón, lo cual siempre es un bonus cuando una hace una buena acción - y sin mas preámbulos, porque no es como que fuera a notar que yo lo estaba mirando, le pregunté,
"¿Te ayudo?"
"Sí, gracias," lo sujeté del brazo, esperamos un minuto porque nuestra conversación, breve como fue, había durado el final del semáforo y luego caminamos juntos los 15 pasos que nos separaban de la otra vereda. Nos separamos en la esquina - "gracias" "por nada" - y seguimos nuestros días respectivos.
Al día siguiente, caminando para la Cultu again, me encontré con otro ciego, parado en otra esquina, esperando ayuda, confiando en su prójimo. Esta vez era un hombre ya mayor y de pie al otro lado de la calle Yrigoyen, directamente frente a mí. Mientras yo esperaba para cruzar, varias personas pasaron junto a él y apenas si le prestaron atención como para no chocarlo. Cuando el semáforo me dio el paso, crucé la calle, me paré junto a él y con la educación que mi viejo me enseñó pregunté, "Lo ayudo?" El me sonrió y aceptó mi ayuda. Me puso la mano en el hombro y cruzamos, yo levantando la mano en dirección a los automovilistas para pedirles un segundo más porque el semáforo nos cambió encima. En la esquina él siguió caminando y yo volví a esperar las luces, para poder cruzar la Yrigoyen por tercera vez, ya un tanto tarde porque tengo la mala costumbre de salir muy sobre la hora.
Estas veces, obviamente, no fueron las primeras veces en que me he encontrado haciendo esto, aun cuando llamen la atención por ser en continuado. Un tiempo atrás, llevando a Zeke en el cochecito y a Ro de la mano, me crucé con una señora en las mismas circunstancias, de pie en una esquina, bastón blanco en mano, ignorada por los transeuntes. Y tengo que decir, no es lo mas fácil cruzar la calle con un cochecito, una nena, un par de bolsas y una señora que no ve, pero lo logré sin mayores problemas y eso fue todo...
Ahora, este post no es un resumen para que me den una medalla al mérito - conozco un par de personas que se carcajearían ante la sola idea - ni nada por el estilo, este post es tan sólo para comentar, si yo puedo hacerlo y no me lleva mas de tres minutos, ¿¡POR QUÉ EL RESTO DE LA GENTE NO?!
Me agota, lo juro, la humanidad y su ombliguismo mal educado me agota.